Pokémon surgió en 1990 en la mente de Satoshi Tajiri, seis años después y tras trabajar con Shigeru Miyamoto (creador de Mario Bros), presentó en 1996 sus primeros juegos para consolas. Veintitrés años más tarde, la marca es una franquicia de videojuegos, con más de 324 millones de unidades vendidas en todo el mundo; juegos de cartas coleccionables , disponible en 11 idiomas; una serie de televisión de ánime en su vigésima segunda temporada, disponible en más de 160 países y 20 películas animadas.

Además de libros, de mangas, música, juguetes, mercancía, aplicaciones, el juego Pokémon GO y ahora el filme en live action, Pokémon: Detective Pikachu, dirigida por Rob Letterman y protagonizada por Ryan Reynolds y Justice Smith que se estrenará este fin de semana en la cartelera mexicana.

“Me enamoré de la historia, es única. A una propiedad como ésta, solo puedes aproximarte con mucho respeto por lo que ha hecho y con deseos de aportar algo nuevo. Pikachu es diferente en esta película”, afirmó Letterman.

El filmemuestra una variedad de criaturas tridimensionales de animación por computadora, que fueron creadas en locaciones de Inglaterra y Escocia.

Los pokémones en el ánime tienen ciertas características de distintos animales, para llevarlos a la pantalla grande.

El equipo de diseño buscó ejemplos en la naturaleza de su físico, como ratones, tortugas, monos, águilas o lo que se asemejara más a la inspiración original.

Pero Letterman destacó que el trabajo de Reynolds contribuyó a materializar al Detective Pikachu en la pantalla con mucho más que su voz: “Su interpretación definió la actitud y personalidad de Pikachu a través de su humor y ritmo, sus gestos, expresiones y movimientos sutiles”.

También se crearon marionetas como referencia para el departamento de efectos visuales y los actores. Para las escenas en las que Smith lleva a su “adorable amigo” en el hombro, en realidad tuvo que caminar con una marioneta con peso sobre el hombro, para que los animadores pudieran ajustarlo a sus movimientos.

La historia de este filme transcurre en la ciudad ficticia Ryme City, en donde humanos y pokémones conviven por igual, sin entrenadores, ni nadie que los atrape. Para dar vida a ésta, se basaron en una metrópolis moderna con elementos familiares y desconocidos. “Tomamos Londres como base, pero terminamos con una mezcla entre dicha ciudad, Nueva York y Tokio. Hay muchas contradicciones intencionales. Los autos se conducen por la izquierda, pero tiene cierto aire estadounidense”, comentó Nigel Phelps, diseñador de producción.

Al igual que en otras cintas, a cada personaje le asignaron un color, el cual reinaba en cada set. La atmósfera del cine negro clásico envuelve el desarrollo de Detective Pikachu: es fría y oscura.