Al parecer el escándalo de las fotos de Thomas Markle fue todo una estrategia del Palacio de Kensington para impedir su viaje para la boda de su hija Meghan Markle.
Una fuente de la prensa inglesa aseguró que Thomas nunca fue considerado para la ceremonia, y el escándalo de las fotos falsas posadas y vendidas a un paparazzo, y el supuesto ataque cardíaco que sufrió una semana atrás, fueron una gran estrategia para colapsar su participación en la ceremonia real.
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