Una fuente cercana a los recién casados aseguraron a la revista New Idea, que sus viajes a África los hicieron más conscientes de los niños huérfanos en aquel continente, y esperan que con su adopción, mucha gente pueda interesarse en ayudar a las comunidades pobres de aquellos países, así como a los orfanatos locales.
“Antes de casarse, antes de conocer a Meghan, Harry ya había hablado con la reina Elizabeth II sobre su compromiso con África y su deseo de adoptar un hijo allí”, revela un informante, agregando que la monarca apoyó a la decisión de su nieto, pero que le exigió casarse para darle un hogar completo al niño que adopte.