July 7, 2012

El pasado fin de semana Kanye West anunció en Twitter que tenía una deuda personal que ascendia a 53 millones de dólares [alrededor de 900 millones de pesos] e hizo un llamado a los multimillonarios de la tecnología como Larry Page y Mark Zuckerberg para que financiaran sus futuros proyectos en lugar de ‘ir abriendo escuelas en África, como si así ayudaran en algo al país’.

Es de suponer que Kanye tendrá unas cuantas facturas enormes esperando ser pagadas. El ostentoso espectáculo de moda del Madison Square Garden, emitido en directo en salas de cine de todo el mundo, es sólo el último de su larga lista de excesos. Para pedirle matrimonio a Kim Kardashian, alquiló el estadio de béisbol AT&T de San Francisco entero y contrató a toda la Orquesta Sinfónica de Chicago para que pusiera banda sonora al momento. En su última gira por EUA, Yeezus, mandó instalar una pantalla LED circular de 18 metros de altura, un sistema de sonido personalizado y una montaña de 15 metros que se convertía en volcán.

Días antes de anunciar su deuda, Kanye dijo que le devolvería a Puma su ‘miserable’ millón de dólares cuando eligieron a Kylie Jenner como modelo, algo que Kanye, patrocinado como está por Adidas, veía como una ruptura familiar.

En general la gente no se para a pensar cómo le hace Kanye West para financiar todos sus proyectos, probablemente porque el cantante fomenta una imagen de sí mismo de deidad omnipotente. En cualquier caso, resulta extraño que una de las mayores estrellas de la música del planeta tenga la cuenta con tantos números rojos. Hablamos con Chris Cooke, experto del sector y director y editor comercial del sitio web Complete Music Umdate para saber si realmente es posible que Kanye esté en la ruina.