Aravés de la historia de la humanidad, la ciencia y la religión han estado en conflicto, ya que a pesar de los beneficios que la primera ha traído a la humanidad, los religiosos más extremos siguen renegando
de la misma.
Bajo esa premisa es que surge Las crónicas de Frankenstein (The Frankenstein Chronicles), serie en la que diversos homicidios en Londres parecen ser obra de un científico que realizaba experimentos para tratar de traer a los muertos de
nuevo a la vida.
“Es un poco idealista. Nos ubicamos en una época en la que hay un shock entre la ciencia y la religión tal como está sucediendo ahora. Es difícil pensar que los humanos no tengan un Dios. Hoy en día vivimos un enorme fanatismo religioso, y eso también nos impulsó a contar la historia, a la que ubicamos en el siglo XIX, cuando se intentaban revelar los misterios de la existencia humana”, comentó Benjamin Ross, creador y productor de la historia, en mini rueda de prensa.
Protagonizada por Sean Bean, Anna Maxwell Martin, Charlie Creed-Miles, Samuel West y Vanessa Kirby, la emisión es una versión reimaginada de la historia de Frankenstein.
“Es muy emocional. Vemos muchas cosas de terror, pero esto tiene valores alternos, como la producción. Es inusual encontrar algo de esta calidad, pero también es posible por los guiones y la interpretación de Sean.
“Queríamos poner Frankenstein desde un punto de vista más real, mostrar las condiciones sociales alrededor del mito y tratar de averiguar porqué a la gente le sigue fascinando, quizá por motivos más emocionales, como son el duelo, la pérdida, la muerte y las posibilidades de una vida después de la muerte que está quizá en la mente de la gente”, añadió el productor.
En la historia, que se estreno hace unos días por A&E, el cadáver de un niño es encontrado luego de una exitosa operación policíaca en el río Támesis para atrapar a una banda de traficantes de opio.
El inspector John Marlott, interpretado por Sean Bean, se encuentra horrorizado al descubrir que no se trata realmente de un niño, sino de un ensamblaje grotesco hecho a partir de partes humanas. Esto da paso a una cacería por parte del detective para encontrar a los criminales responsables, mostrando las esquinas más oscuras de Londres, rodeado de prostitución, tráfico de drogas y homicidios.
“Lo que la gente busca son personajes tridimensionales. Cuando invierten tiempo en un personaje quieren ver buenas historias para ellos. El buen drama viene de las grandes historias.
“Cuando me presentaron el proyecto era algo inusual, y no pensé que me fuera a quedar. Quedé muy impresionado con los guiones, porque hablamos de todo, de política, religión, de la sociedad en general. Además, el personaje de este soldado que se transforma en policía me pareció fascinante. Me encantó hablar de todo este sistema social, la doble moral que hay entre los personajes”, afirmó Bean.
A medida que Marlott investiga se enfrenta a un establecimiento médico y poderosas fuerzas políticas que luchan con el andar del progreso científico.
“Creo que sí. Se debe precisamente a los personajes y el viaje que realizan. Los mejores programas que hemos visto, los que han ganado a últimas fechas son exitosos por los personajes y la habilidad de los escritores de crear historias complejas para ellos; por eso también ese apetito por el drama. Es un trabajo que consume, porque la gente toma las historias de una manera muy fuerte”, añadió Carol Moorhead, otra de las productoras.
Categorías:Series.