Hace unos años, vestir a los Niños Dios significaba bendición para la familia; hoy, cambió el sentido de la tradición
El 2 de febrero es el Día de la Candelaria y no solo es una fecha para comer tamales, pues hay quienes mantienen vigente la tradición de vestir a su Niño Dios. Por ello, te contamos qué representa la vestimenta de esta imagen religiosa.
Quizá algunos recuerdan a sus abuelas o tías ir a las tiendas o puestos de vestidos de Niño Dio, con el fin de decorar sus imágenes de yeso. Esto significaba bendición y orgullo para las familias, pero la tradición cambió; así que estas son las prácticas que se deben hacer.
Vestir a los Niños Dios no tiene la misma esencia que antes; se modificó a las necesidades de la sociedad, tal y como explica el fundador de la tienda ‘Niños Uribe’, Saúl Uribe, quien es conocido como el ‘Sastre del Niño Dios’, por los clientes que visitan la calle de Talavera del Centro Histórico, cada 2 de febrero.
“Lo que se viste es la imagen que tiene cada persona o cada familia, llámese Niños Jesús de tallas de dos centímetros, cuatro, seis, ocho, diez, doce, quince, múltiplos de cinco hasta 45. Hoy se compran imágenes más pequeñas porque los departamentos son más pequeños. Entonces compran imágenes del 12, del 15, del 20”, explicó.
¿Cómo deben vestirse los Niños Dios?
En México, el 70 por ciento de la población es católica, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), así que la tradición de vestir a los Niños Dios el Día de la Candelaria es algo importante para la cultura.
De esta manera, la misma comunidad de creyentes católicos ha estructurado deberes al momento de vestir la imagen de Jesús y llevarla a bendecir el 2 de febrero, con el fin de hacer una celebración digna de una deidad.
Ante esto, el ‘Sastre del Niño Dios’, Saúl Uribe, aclara que hay tres fases que debe seguir una familia, al vestir su primer Niño Dios. Estos consisten en cambiar el atuendo, la posición y los accesorios de la imagen de Jesús, conforme avanzan los años.
“Lo tienes por primera vez, lo vistes de blanco, lo van a bendecir el dos, de la Candelaria y lo acuestas ya sea en una camita […] Supuestamente, en el segundo año ya tu Niño creció […] ahora, ya lo vas a vestir del santo de tu devoción. Entonces, ya lo pones paradito y se llama ‘peana’ donde va paradito. Al tercer año, dices, ‘ya creció. Ahora, lo meto en un trono’, y es por eso que hacemos la silla y ya lo sientan en su sillita”, relató.
No obstante, el desapego de las nuevas generaciones a las prácticas ortodoxas de la religión católica ha causado una mezcla de simbolismos en las vestimentas del Niño Dios; una adaptación de las creencias de acuerdo a lo que ‘importa’ en la actualidad, por ejemplo, el dinero, la salud o el entretenimiento.
Vestidos de Niños Dios que no deben usarse
Como se mencionó anteriormente, el 2 de febrero, miles de feligreses visten al Niño Dios como el santo de su devoción, eligiendo así entre los más de siete mil canonizados en la religión católica, de los cuales 32 son de México. La cuestión es que la iglesia no comparte esta idea.
El año pasado, la Arquidiócesis de Puebla estipuló que no se debe vestir la imagen de Jesús con atuendos diferentes a los de un niño, pues lo consideran algo inapropiado. Esto también lo explica el historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ismael Espinoza García.
“Para la iglesia, solamente está vestir al Niño Dios de blanco o como un niño, porque es justamente eso, representando la pureza y la infancia de Jesús que, curiosamente, se habla muy poco de ello en los Evangelios”, recalcó.
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